Cada vez que Sol y Luna se unen en el Cielo, se forma la Luna Nueva y se manifiesta en nuestro Planeta la energía del inicio. Comienza un nuevo ciclo, un nuevo proceso que llamamos Lunación y que dura entre 28 y 29 días.
Astrológicamente, el Sol representa la Conciencia y la Luna el Inconsciente, y en Luna Nueva dialogan ambos aspectos de nuestro Ser. Nuestros deseos concientes y los anhelos del Alma se encuentran y se integran. Y éste será un momento propicio para llevar a la Conciencia lo que está a nivel inconsciente, iluminar lo oculto y hacerlo disponible.
Así, la unión de Sol y Luna, genera la apertura de un nuevo ciclo. Es tiempo de inicio, tiempo de siembra, tiempo para plantearse metas, objetivos, intenciones para la nueva etapa y hacerlas crecer con el poder de nuestra intención.
Virgo tienen que ver con orden y limpieza, y se trata de poner orden tanto dentro como fuera.
Limpiar todo, desde los espacios físicos para hacer lugar a lo nuevo, hasta la limpieza de nuestro cuerpo, mente, emociones, ideas y pensamientos.
Limpiar y discernir lo que intoxica y lo que nutre.
Limpiar nuestra forma de decir las cosas, cuidar las palabras que usamos hacia otros y hacia nosotros mismos.
Limpiar nuestros miedos y limitaciones para elevar la mirada.
Comprender y hacernos conscientes de por qué nuestro cuerpo padece las enfermedades que padece. Ser concientes del origen de los límites que cada uno de nosotros hemos creado.
Poner foco en los detalles de nuestra personalidad que necesitan una nueva organización para funcionar mejor.
Intencionar hábitos más saludables y funcionales a nuestras vidas.
Es un momento muy propicio para reafirmar nuestras posturas y trascender nuestros patrones, tomando contacto con el pulso de las lunaciones y sus fases.
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