En el día de hoy el Sol ingresa en el signo de Escorpio, signo asociado a la intensidad, la transformación y la trascendencia. Se trata de un signo de agua, porque está directamente relacionado con el inconsciente, con la búsqueda constante, y con la emocionalidad.
Escorpio es el momento en que hay que encontrarse con la sombra, con aquello que la conciencia ha negado o no pudo asumir por sentirse avasallada. Todo lo que no hemos podido enfrentar en su momento, ahora emerge. Y esto incluye lo que los humanos solemos negar: la muerte, la pulsión, el instinto, la vida, lo inconsciente, pero también los estados que van más allá de la conciencia, lo desconocido y lo misterioso.
Aquí se hace presente el tema de la muerte como algo inevitable. Entendiendo que negándola sólo perdemos la riqueza de la vida.
Escorpio simboliza al dragón que, con el fuego de sus fauces, destruye todo a su paso. Podemos estar seguros que cuando algo se destruye, en ese mismo momento, algo está renaciendo. La destrucción cumple una función maravillosa: sin ella no hay liberación.
Se trata de un ciclo natural. Todo muere, pero al morir libera una nueva creación. Esta potencia creadora está presente en Escorpio. LA VIDA ES CREACIÓN CONSTANTE.
Pero para estar llenos de energía en el estadio Escorpiano, habrá que destruir muchas ilusiones. Si negamos el dolor… el dolor vendrá como destino. Esa es la lógica de cómo funciona la energía para todos.
Pero al ser la destrucción y las pérdidas, difíciles de aceptar y sostener psicológicamente, los escorpianos van a tender a ser personas muy controladoras.
Serán introvertidos, observadores, estrategas, calculadores, con mucho poder, magnetismo, con mucha fuerza de voluntad y capacidad de controlar a otros: porque si tienen la capacidad de controlarse a sí mismos, también tendrán el arte de controlar a los demás. Es por eso que, en muchos casos, tienen una gran habilidad para la manipulación.
Entonces, de acuerdo al estadio de la conciencia, esta energía pasará de ser alguien destructivo, estratega, manipulador, hasta llegar a lo profundo de Escorpio que es la curación. Habrá médicos, cirujanos, psicoanalistas, oncólogos, sanadores escorpianos.
El movimiento de la conciencia escorpiana será el de darse cuenta que hay una razón profunda para que exista el pasaje de la vida a la muerte. La vida crea, llega a lo más sublime, y lo destruye para crear algo más sublime aún.
Por eso, en este ciclo, es importante hacernos cargo de nuestra sombra. Ver la parte que nos gusta y que no nos gusta de nosotros mismos. Es un momento de transformación, de enfrentar situaciones y no escapar de ellas. La clave es no evadirnos.
Llega información a nuestras vidas, que hay que resolverla. Profundicemos, vayamos hasta el fondo y transmutemos en luz nuestras heridas, bloqueos y emociones de baja vibración, para sanar verdaderamente y seguir nuestro camino evolutivo.
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