A lo largo de un recorrido muchas veces nos encontramos con saltos inesperados, sorpresas semejantes a la vuelta de página de un libro. Así sucedió mi encuentro con este arte de curación y con el Tai Chi Chuan, después de mi paso por las ciencias sociales, luego de largo tiempo recorriendo culturas, sin buscarlo, apareció.
En Mallorca conocí a la Medicina Tradicional China, que tiene en su historia cerca de 2.500 años, aunque sin datos estrictamente precisos al respecto. Las primeras evidencias de prácticas curativas se remontan a la Dinastía Shang (entre los S XVI y XI A.C).
Su sabiduría nos aproxima a entender al hombre como un microcosmos dentro de un macrocosmos, por tanto los fenómenos que tienen lugar en la naturaleza, tendrán lugar también en el interior del cuerpo humano.
La teoría del Yin y Yang es uno de los ejes más importantes para entender esta medicina, ya que toda enfermedad corresponde a un desequilibrio entre estos dos principios.
Yin y Yang mantienen entre sí cuatro relaciones fundamentales: oposición, interdependencia, equilibrio mutuo y transformación. Estas fuerzas combinadas dan origen al símbolo del Taiji, buscando continuamente el equilibrio entre sí. Quizás sea este balance en el que todos buscamos y hasta necesitamos encontrarnos. Somos distintos en nuestra composición, diversos y particulares, cada uno de nosotros deberá encontrar ese lugar de equilibrio propio.
Existe dentro del cuerpo un sistema de meridianos de energía o “qi”. Cuando el flujo de energía está en equilibrio, la salud prevalece. Es cuando el flujo está bloqueado que aparece la enfermedad. El enfoque medicinal tiene una mirada amplia, considerando en un lugar de suma importancia la prevención, preservación de la salud, así como el tratamiento y curación de enfermedades, pero mantiene diferencias con la medicina occidental en sus conceptos, diagnóstico y práctica terapéutica.
Son múltiples los métodos de tratamiento de la Medicina Tradicional China, entre las que se encuentran: la acupuntura, masaje Tui Na, terapia de ventosas, fitoterapia y dietética china. También son imprescindibles los ejercicios tales como el: Chi kung, Tai Chi Chuan, entre otras. Todas ellas de gran importancia para el enfoque médico chino, especialmente en la prevención de afecciones y dolencias. Recordemos que en la antigua China, los médicos cobraban por su labor mientras el paciente se encontraba saludable, dejando de percibir ingreso cuando éste enfermaba. Esto da cuenta de la importancia del cuidado y mantenimiento del cuerpo y la mente sanos como parte de una construcción diaria de un estilo de vida armonioso.
Un interesante y vasto universo que nos permite explorarnos, entendernos con otra mirada y poder elegir otra forma de abordar nuestra salud, teniendo la posibilidad de combinarla, incluso, con otro tipo de terapias que le permita a cada uno encontrar un camino de bienestar.
I CHING
“Observar el cielo para prever el cambio, observar la humanidad para entender el mundo”
Este precepto del Libro de los Cambios, resume la medicina china, ya que todo lo que forma parte de la naturaleza se rige por leyes comunes. El ser humano no escapa a esta premisa.
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