El cuidado de nuestros templos es una de las cosas más importantes a atender y tener presente en nuestro día a día. Nuestros templos son tres: nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro hogar.
Nuestro hogar es una extensión de nosotros mismos, es el lugar donde nuestras energías se pueden estancar o renovar y es un reflejo de cómo está nuestro estado de ánimo, con lo cual al cuidarlo y mantenerlo en orden y armonía también podremos llegar a sentir esa sensación dentro de nosotros.
Hoy comparto algunas ideas para mejorar el prana (energía vital) dentro de nuestro hogar.
- Limpieza y orden: Evidentemente este es uno de los aspectos más importantes a la hora de conseguir un hogar en armonía. No se trata tampoco de volvernos unos maniáticos del orden, sino de procurar más bien que la energía se renueve y no se estanque. Los ambientes tienen que estar limpios, ordenados, procurar que no se acumulen objetos que ya no necesitamos, limpiar cajones, desechar ropa que ya no nos ponemos… La limpieza del hogar podemos hacerla con productos que no sean tóxicos, ayudarnos de vinagre de manzana, alcohol, bicarbonato, zumo de limón o añadir al agua de limpieza unos gotas de aceites esenciales como limón, lavanda o árbol de té.
- Ventilación y aromas: A través del Aire comienza el movimiento de la energía en nuestros espacios, es importante ventilar las estancias y perfumarlas después. Los aromas nos harán conectar con emociones relajantes, positivas o creativas y nos ayudarán a encontrar y vivir aquellos estados emocionales que necesitemos en cada momento. Las mejores formas de perfumar nuestro hogar son mediante inciensos (que sean naturales y libres de tóxicos) o podemos colocar también aguas perfumadas: en un cuenco colocamos agua a la que le añadimos unas gotas de nuestros aceites esenciales preferidos: cedro, mandarina o salvia son algunos de los aromas que pueden ayudar a limpiar y a llenar de energía nuestro hogar. Evitá las velas que no sean naturales. También podés quemar hojas de salvia o hacer un popurrí rosas, flores de azahar, nuez moscada y canela.
- Decorá la casa con muebles y texturas naturales: Introducir el elemento Tierra a través de muebles de madera, materiales naturales y evitar en lo máximo posible todo lo que sea sintético. Los textiles, las alfombras, toallas y sobre todo sábanas que están en tanto contacto con nuestro cuerpo, procurá que sean de algodones, sedas, lanas y fibras naturales como el bambú. También podés colocar fuentes con agua para aumentar la energía y potenciar los espacios saludables o decorar con piedras para mejorar la estabilidad.
- Colocá plantas: Las plantas nos aportan vida y compañía, cuidalas y respetalas. Gracias a ellas podrás tener más energía viva. Regalas, hablales y escuchalas, son seres vivos que te darán compañía, limpiarán el aire y te ayudarán a bloquear los contaminación electrómagnética. No coloques plantas ni flores artificiales, son energía muerta y representan y atraen a la escasez.
- Protegé tu hogar de las personas que entran y cuidá a todas aquellas que entren en él: Tu hogar es un lugar sagrado, con lo cual cuidá mucho de las personas acceden a él, qué conversaciones se van a dar en él, qué momentos se van a compartir. Personas conflictivas, que griten o generen mucho ruido, procurá mantenerlas alejadas de él. En cambio cuidá a todas aquellas que entren, que se sientan amadas y beneficiadas, divertite con ellas, gracias a ellas tus espacios se podrán llenar de risas y amor. Si se producen discusiones o enfados, podés abrir las ventanas después.
- Practicá meditación, respiración, relajación: Sentate y meditá sobre los pensamientos positivos que querés proyectar en tu hogar. Estos pensamientos irradian de tu cuerpo y se mezclarán también con la energía de tu casa.
- Cantá: utilizá cuencos tibetanos de sonido o escuchá mantras o canciones suaves con mensajes bonitos. También podés colocar móviles de viento metálicos o de madera junto a las puertas para que estos suenen cada vez que se abra o cierre una puerta.
- Elegí un lugar que sea tu rincón sagrado. Podés crearlo como vos lo sientas, puede ser tu lugar de meditación, en el que coloques alguna figura, algún libro, dibujo.. lo que quieras. Será un lugar para vos y en el que cada día o cuando lo necesites puedas hablar con vos mismo, olvidarte de los problemas del día o tener alguna lectura bonita. También puede ser un lugar en el que puedas conectar con aquellas personas que ya no están y que quieras seguir recordando, donde hables con ellas y puedas revivir los momentos más felices que tuvieron juntos.
Al cuidar tu hogar estás cuidándote a vos mismo. No se trata de soluciones mágicas, se trata de comprender que las interacciones con nuestro entorno son importantes y como bien dice el Ayurveda: lo que introducís a través de cualquiera de tus sentidos, también será alimento.
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